La Comisión de Valores de EE. UU. (SEC), bajo la presidencia de Paul Atkins, advierte que la eficiencia de la tecnología blockchain para vincular transacciones con los remitentes podría convertir las criptomonedas en “la estructura de vigilancia financiera más poderosa de la historia”. Atkins afirma que si el gobierno considera cada cartera como un corredor, cada software como una bolsa de valores y cada transacción como un evento reportable, convertirá el ecosistema en una “prisión panorámica financiera”.
Transparencia en blockchain: el potencial de vigilancia de doble filo
La advertencia de Atkins revela la contradicción fundamental de la tecnología de criptomonedas. El diseño original de la blockchain es descentralización y resistencia a la censura, pero su característica de libro mayor público y transparente facilita la vigilancia sin precedentes. Cada transacción queda registrada de manera permanente en la cadena, incluyendo monto, marca de tiempo y direcciones de cartera; una vez vinculados con identidades reales, estos datos forman una red de vigilancia más completa que la del sistema financiero tradicional.
Esta característica técnica tiene un valor real en la aplicación de la ley. Rastrear lavado de dinero, financiamiento terrorista y otras actividades ilegales se vuelve más eficiente. Sin embargo, el riesgo que Atkins señala es que, si se abusa de esta capacidad, se erosionan los derechos básicos de privacidad de los ciudadanos. Los sistemas bancarios tradicionales al menos cuentan con controles legales y estructurales, mientras que una vigilancia blockchain total podría eludir esas protecciones.
Cómo mantener la privacidad y cómo deben regularse las tecnologías blockchain se han convertido en temas centrales para los reguladores. Según informes previos de The Block, a medida que las finanzas tradicionales entran en el espacio cripto, las discusiones sobre privacidad se intensifican rápidamente. Las grandes instituciones financieras están explorando stablecoins y activos tokenizados, pero aún no está claro cómo coordinar los marcos de KYC (Conoce a tu cliente) y AML (Anti Lavado de Dinero) con la transparencia de blockchain.
La metáfora de Atkins sobre la “prisión panorámica financiera” proviene del concepto de “panóptico” del filósofo francés Michel Foucault, en el que los presos pueden ser vigilados en cualquier momento pero no saben cuándo, generando una autocensura psicológica. Si este modelo se aplica al sistema financiero, cada ciudadano viviría en una vigilancia potencialmente total, lo que podría estigmatizar las necesidades legítimas de privacidad.
La batalla entre la Cuarta Enmienda constitucional y la privacidad en criptomonedas
La comisionada de la SEC, Hester Peirce, citó varias veces en su discurso de agosto la Cuarta Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege a los ciudadanos contra búsquedas e incautaciones arbitrarias del gobierno, garantizando la privacidad personal. Peirce instó al gobierno a “defender con firmeza los derechos de privacidad de las personas” y en la reunión del lunes enfatizó que proteger la privacidad individual debería ser “la norma”, no un signo de intención delictiva.
Esta postura representa un cambio de paradigma importante dentro de la SEC. Durante la era del expresidente Gary Gensler, la actitud de la SEC hacia las criptomonedas fue más estricta, considerando muchas herramientas de privacidad y protocolos descentralizados como formas de evadir regulaciones. Las declaraciones de Atkins y Peirce muestran que la dirección actual de la SEC intenta encontrar un nuevo equilibrio entre regulación y libertad.
Peirce advirtió: “El gobierno debería resistirse a la tentación de obligar a las personas a aceptar intermediarios para establecer puntos de regulación o facilitar la vigilancia financiera”. Esta frase desafía directamente la hipótesis central de la regulación financiera tradicional: que toda actividad financiera debe pasar por intermediarios regulables. En el mundo cripto, las transacciones peer-to-peer y las carteras autogestionadas hacen que esa hipótesis no sea aplicable.
El giro clave en el caso Tornado Cash
Contexto del caso: En agosto, Roman Storm, fundador de Tornado Cash, fue declarado culpable de transferencias ilegales de fondos. Tornado Cash es un servicio descentralizado de mezclado de criptomonedas, diseñado para ofrecer privacidad a los usuarios.
Controversia en la sentencia: Los defensores de las criptomonedas consideran que castigar a los desarrolladores de herramientas equivale a castigar a quienes fabrican esas herramientas, no a los que las usan para delinquir. Es como acusar al herrero por un cuchillo utilizado en un crimen.
Cambio en la postura gubernamental: En agosto, Matthew J. Galietti, asistente del fiscal del Departamento de Justicia durante la administración Trump, declaró que “programar código” no es un delito. Esto contrasta con la postura firme del gobierno de Biden y da nuevas esperanzas para la apelación de Storm.
Buscando un equilibrio entre regulación y privacidad
Atkins afirmó: “Creo que, trabajando juntos, podemos crear un marco que asegure que los avances tecnológicos y financieros no se logren a costa de la libertad individual.” Esta postura optimista sugiere que la SEC podría adoptar un enfoque de regulación más matizado, diferenciando entre tipos de actividades y tecnologías cripto.
Las posibles vías de equilibrio incluyen: mantener requisitos estrictos de KYC/AML en los exchanges centralizados grandes, permitiendo transacciones P2P pequeñas y relativamente anónimas; establecer escenarios legales para tecnologías de privacidad en lugar de prohibirlas por completo; y crear estándares legales de “expectativas razonables de privacidad”, similares a los límites de transacciones en efectivo en el sistema financiero tradicional.
Sin embargo, lograr este equilibrio enfrenta desafíos tanto técnicos como políticos. Desde el lado técnico, cómo mantener la transparencia en blockchain mientras se implementan opciones selectivas de privacidad sigue siendo un problema abierto. Desde el lado político, existe una tensión fundamental entre la necesidad de las agencias de seguridad nacionales de vigilancia total y la protección de las libertades ciudadanas.
La advertencia de Atkins marca un momento clave: la SEC está reconociendo públicamente los riesgos de privacidad en la regulación de criptomonedas, en lugar de equiparar automáticamente la privacidad con intenciones ilícitas. Este cambio de actitud podría allanar el camino hacia un marco regulatorio más equilibrado, pero el resultado final dependerá de las decisiones conjuntas del poder legislativo, judicial y policial.
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El presidente de la SEC, Gensler, advierte: las criptomonedas podrían convertirse en una "prisión panorámica financiera"
La Comisión de Valores de EE. UU. (SEC), bajo la presidencia de Paul Atkins, advierte que la eficiencia de la tecnología blockchain para vincular transacciones con los remitentes podría convertir las criptomonedas en “la estructura de vigilancia financiera más poderosa de la historia”. Atkins afirma que si el gobierno considera cada cartera como un corredor, cada software como una bolsa de valores y cada transacción como un evento reportable, convertirá el ecosistema en una “prisión panorámica financiera”.
Transparencia en blockchain: el potencial de vigilancia de doble filo
La advertencia de Atkins revela la contradicción fundamental de la tecnología de criptomonedas. El diseño original de la blockchain es descentralización y resistencia a la censura, pero su característica de libro mayor público y transparente facilita la vigilancia sin precedentes. Cada transacción queda registrada de manera permanente en la cadena, incluyendo monto, marca de tiempo y direcciones de cartera; una vez vinculados con identidades reales, estos datos forman una red de vigilancia más completa que la del sistema financiero tradicional.
Esta característica técnica tiene un valor real en la aplicación de la ley. Rastrear lavado de dinero, financiamiento terrorista y otras actividades ilegales se vuelve más eficiente. Sin embargo, el riesgo que Atkins señala es que, si se abusa de esta capacidad, se erosionan los derechos básicos de privacidad de los ciudadanos. Los sistemas bancarios tradicionales al menos cuentan con controles legales y estructurales, mientras que una vigilancia blockchain total podría eludir esas protecciones.
Cómo mantener la privacidad y cómo deben regularse las tecnologías blockchain se han convertido en temas centrales para los reguladores. Según informes previos de The Block, a medida que las finanzas tradicionales entran en el espacio cripto, las discusiones sobre privacidad se intensifican rápidamente. Las grandes instituciones financieras están explorando stablecoins y activos tokenizados, pero aún no está claro cómo coordinar los marcos de KYC (Conoce a tu cliente) y AML (Anti Lavado de Dinero) con la transparencia de blockchain.
La metáfora de Atkins sobre la “prisión panorámica financiera” proviene del concepto de “panóptico” del filósofo francés Michel Foucault, en el que los presos pueden ser vigilados en cualquier momento pero no saben cuándo, generando una autocensura psicológica. Si este modelo se aplica al sistema financiero, cada ciudadano viviría en una vigilancia potencialmente total, lo que podría estigmatizar las necesidades legítimas de privacidad.
La batalla entre la Cuarta Enmienda constitucional y la privacidad en criptomonedas
La comisionada de la SEC, Hester Peirce, citó varias veces en su discurso de agosto la Cuarta Enmienda de la Constitución estadounidense, que protege a los ciudadanos contra búsquedas e incautaciones arbitrarias del gobierno, garantizando la privacidad personal. Peirce instó al gobierno a “defender con firmeza los derechos de privacidad de las personas” y en la reunión del lunes enfatizó que proteger la privacidad individual debería ser “la norma”, no un signo de intención delictiva.
Esta postura representa un cambio de paradigma importante dentro de la SEC. Durante la era del expresidente Gary Gensler, la actitud de la SEC hacia las criptomonedas fue más estricta, considerando muchas herramientas de privacidad y protocolos descentralizados como formas de evadir regulaciones. Las declaraciones de Atkins y Peirce muestran que la dirección actual de la SEC intenta encontrar un nuevo equilibrio entre regulación y libertad.
Peirce advirtió: “El gobierno debería resistirse a la tentación de obligar a las personas a aceptar intermediarios para establecer puntos de regulación o facilitar la vigilancia financiera”. Esta frase desafía directamente la hipótesis central de la regulación financiera tradicional: que toda actividad financiera debe pasar por intermediarios regulables. En el mundo cripto, las transacciones peer-to-peer y las carteras autogestionadas hacen que esa hipótesis no sea aplicable.
El giro clave en el caso Tornado Cash
Contexto del caso: En agosto, Roman Storm, fundador de Tornado Cash, fue declarado culpable de transferencias ilegales de fondos. Tornado Cash es un servicio descentralizado de mezclado de criptomonedas, diseñado para ofrecer privacidad a los usuarios.
Controversia en la sentencia: Los defensores de las criptomonedas consideran que castigar a los desarrolladores de herramientas equivale a castigar a quienes fabrican esas herramientas, no a los que las usan para delinquir. Es como acusar al herrero por un cuchillo utilizado en un crimen.
Cambio en la postura gubernamental: En agosto, Matthew J. Galietti, asistente del fiscal del Departamento de Justicia durante la administración Trump, declaró que “programar código” no es un delito. Esto contrasta con la postura firme del gobierno de Biden y da nuevas esperanzas para la apelación de Storm.
Buscando un equilibrio entre regulación y privacidad
Atkins afirmó: “Creo que, trabajando juntos, podemos crear un marco que asegure que los avances tecnológicos y financieros no se logren a costa de la libertad individual.” Esta postura optimista sugiere que la SEC podría adoptar un enfoque de regulación más matizado, diferenciando entre tipos de actividades y tecnologías cripto.
Las posibles vías de equilibrio incluyen: mantener requisitos estrictos de KYC/AML en los exchanges centralizados grandes, permitiendo transacciones P2P pequeñas y relativamente anónimas; establecer escenarios legales para tecnologías de privacidad en lugar de prohibirlas por completo; y crear estándares legales de “expectativas razonables de privacidad”, similares a los límites de transacciones en efectivo en el sistema financiero tradicional.
Sin embargo, lograr este equilibrio enfrenta desafíos tanto técnicos como políticos. Desde el lado técnico, cómo mantener la transparencia en blockchain mientras se implementan opciones selectivas de privacidad sigue siendo un problema abierto. Desde el lado político, existe una tensión fundamental entre la necesidad de las agencias de seguridad nacionales de vigilancia total y la protección de las libertades ciudadanas.
La advertencia de Atkins marca un momento clave: la SEC está reconociendo públicamente los riesgos de privacidad en la regulación de criptomonedas, en lugar de equiparar automáticamente la privacidad con intenciones ilícitas. Este cambio de actitud podría allanar el camino hacia un marco regulatorio más equilibrado, pero el resultado final dependerá de las decisiones conjuntas del poder legislativo, judicial y policial.