El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), Paul S. Atkins, pronunció un discurso en la mesa redonda del Grupo de Trabajo sobre Criptomonedas el 15 de diciembre de 2025, donde abordó en profundidad el equilibrio entre privacidad financiera y regulación en la era de la cadena de bloques. Dejó claro que, si la dirección regulatoria es errónea, las criptomonedas podrían convertirse en “la estructura de monitoreo financiero más poderosa de la historia”, e incluso arrastrar a toda la industria a un abismo de “prisión panorámica financiera”. En la actualidad, donde la digitalización y la tecnología blockchain se fusionan profundamente, cómo implementar una regulación financiera efectiva sin infringir la privacidad personal se ha convertido en un desafío común para las autoridades regulatorias globales.
1. ¿Por qué es crucial esta cuestión? — Una regulación errónea podría conducir a una “prisión panorámica financiera”
En su discurso, Atkins señaló de manera directa que las criptomonedas y la tecnología blockchain poseen una transparencia y trazabilidad de transacciones sin precedentes. Cada transacción en la cadena se registra en un libro mayor público, y las empresas de análisis en cadena ya pueden ayudar de manera eficiente a las autoridades a vincular las actividades en la cadena con identidades reales. Estas características tecnológicas son como una espada de doble filo: por un lado, ayudan a combatir actividades financieras ilegales; por otro, pueden ser mal utilizadas como herramientas de monitoreo total.
Si las autoridades regulatorias adoptan un enfoque extremo y de supervisión total —por ejemplo, considerar cada billetera como un corredor, cada código como una bolsa de valores, y exigir la declaración de cada transacción— todo el ecosistema de criptomonedas se vería obligado a entrar en un estado de “monitoreo panorámico”. En este estado, cada transferencia, cada ajuste de posición e incluso cada interacción con contratos inteligentes quedaría expuesto, y la privacidad financiera personal se vería completamente destruida, sofocando también la innovación.
Como advirtió Atkins: “Las cadenas públicas son más transparentes que cualquier sistema financiero tradicional… Si la dirección regulatoria es equivocada, las criptomonedas podrían convertirse en la estructura de monitoreo financiero más poderosa de la historia.” Esto no solo involucra ética tecnológica, sino que también toca la contradicción central del sistema financiero moderno: ¿cómo definir límites entre garantizar la seguridad y defender la libertad?
2. Principios básicos para resolver esta cuestión: equilibrio entre seguridad nacional y privacidad ciudadana
Atkins enfatizó que la esencia de este problema es “muy estadounidense”, es decir, si las personas pueden participar en actividades financieras modernas sin sacrificar su privacidad. Esto refleja la larga tradición en la sociedad estadounidense de ponderar los valores entre seguridad nacional y libertad individual.
Por un lado, el gobierno tiene la obligación de frenar actividades financieras ilegales mediante herramientas como la Ley de Secreto Bancario, protegiendo a los ciudadanos y al país de amenazas a la seguridad; por otro, “los ciudadanos tienen el derecho fundamental a manejar sus asuntos personales sin vigilancia gubernamental”. La aparición de las criptomonedas ofrece una oportunidad para reconsiderar este equilibrio en el contexto tecnológico del siglo XXI.
Por lo tanto, los principios básicos de regulación deben ser: que sean efectivos en prevenir riesgos y proteger la seguridad nacional, pero también respetuosos y garantistas de la privacidad financiera de los ciudadanos. Cualquier política que se enfoque unilateralmente en la supervisión o en la laissez-faire total dañará la salud a largo plazo del sistema financiero.
3. Herramientas existentes de la Comisión y sus límites: la autoconciencia en la regulación a través del sistema CAT
La SEC ha establecido en los últimos años varias herramientas de recopilación y monitoreo de datos, como el Sistema de Seguimiento de Auditorías Integradas (CAT), el repositorio de datos de swaps y los formularios PF. Estas herramientas han contribuido a mejorar la transparencia del mercado y a combatir fraudes, pero también han evidenciado riesgos de expansión excesiva de la regulación.
Atkins citó el sistema CAT como ejemplo, señalando que inicialmente fue diseñado para ayudar a la SEC a entender mejor las transacciones del mercado, pero que gradualmente se convirtió en un “sistema de monitoreo potente”, acercando a la SEC a un “monitoreo masivo”. Más aún, el gobierno ni siquiera ha utilizado toda la información ya presentada, lo que ha impuesto costos y riesgos de privacidad innecesarios a los inversores.
Por ello, la SEC ha tomado medidas proactivas para reducir algunos de los datos más sensibles en el sistema CAT y reevaluar su alcance y costos. Esto refleja la necesidad de que las autoridades regulatorias tengan autoconciencia y racionalidad en el uso de herramientas —no perseguir ciegamente la maximización de datos, sino evaluar cuidadosamente la necesidad y razonabilidad de cada tipo de información.
4. Desafíos regulatorios en la era digital: cuanto más fácil sea obtener información, mayor debe ser la moderación
En la “era analógica”, la regulación financiera estaba limitada por registros en papel, distancias físicas y procesos manuales, limitaciones que inadvertidamente protegían la privacidad personal. Sin embargo, en la era digital, especialmente tras la popularización de la tecnología blockchain, el costo y la barrera para acceder a la información se reducen drásticamente, permitiendo a las autoridades casi en tiempo real obtener una visión panorámica de las transacciones de los usuarios.
Si se abusa de esta conveniencia tecnológica, se corre el riesgo de caer en un monitoreo excesivo. Atkins cita a Hayek en su obra “La fatal arrogancia”, criticando la mentalidad burocrática que piensa que “recopilar suficiente información y convocar a suficientes expertos puede encontrar la solución perfecta”. En realidad, la información no equivale a sabiduría, y acumular datos no garantiza una regulación efectiva.
Por ello, en la era digital, las autoridades regulatorias deben mantener una “humildad y principios”, evitando que la conveniencia tecnológica conduzca a un “sobrepaso en la vigilancia” (surveillance overreach). La discusión sobre criptomonedas y tecnologías de privacidad como las pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proofs) cobra especial relevancia en este contexto.
5. Evitar la regulación excesiva: no convertir todos los componentes en nodos de monitoreo
Atkins es claro en su oposición a que cada componente del ecosistema de criptomonedas quede bajo supervisión. Señala que si el gobierno “considera cada billetera como un corredor, cada software como una bolsa, cada transacción como un evento a reportar, y cada protocolo como un nodo de monitoreo”, todo el sistema se convertiría en una “prisión panorámica financiera”.
Afortunadamente, la tecnología blockchain también ofrece herramientas para proteger la privacidad, como las pruebas de conocimiento cero, la divulgación selectiva y las billeteras de cumplimiento (compliance wallets). Estas tecnologías permiten a los usuarios demostrar el cumplimiento regulatorio sin revelar todos los detalles financieros. Por ejemplo, las plataformas reguladas pueden verificar que sus usuarios han pasado controles anti lavado sin mantener registros completos de cada transacción.
Esto abre la posibilidad de “menos divulgación, más cumplimiento”, y también nuevas vías para la innovación regulatoria: en lugar de aumentar los reportes de datos para fortalecer la supervisión, se puede usar la tecnología para verificar el cumplimiento respetando la privacidad.
6. Garantizar el funcionamiento normal del mercado: permitir cierta información no pública para mantener la salud del mercado
El funcionamiento normal de los mercados financieros requiere cierto nivel de privacidad y confidencialidad. Atkins señala que muchas instituciones dependen de establecer posiciones, probar estrategias y proporcionar liquidez, y que si estas actividades se divulgaran en tiempo real, se generarían fenómenos como front-running, imitaciones y ventas en pánico.
Por ejemplo, si los market makers y underwriters tuvieran que revelar en tiempo real cada ajuste de inventario o flujo de fondos, su atractivo comercial disminuiría significativamente, y la liquidez del mercado podría deteriorarse. Por ello, una cierta opacidad informativa es necesaria para la salud del mercado, y la regulación debe dejar espacio para la privacidad comercial razonable.
Esto también aplica en el mercado de criptomonedas. Si cada transacción en cadena y cada llamada a contratos inteligentes se hiciera completamente pública, no solo se reduciría la participación institucional, sino que también se facilitarían manipulaciones del mercado. Por tanto, el marco regulatorio debe encontrar un equilibrio entre transparencia y confidencialidad.
7. Construcción de un marco objetivo: el progreso tecnológico no debe sacrificar la libertad personal
Al final de su discurso, Atkins propuso que el objetivo final es construir un marco regulatorio que fomente la innovación tecnológica y el desarrollo financiero sin sacrificar la libertad individual. Este marco debe tener las siguientes características:
Principios rectores: basados en un equilibrio entre seguridad nacional y privacidad individual;
Neutralidad tecnológica: aprovechar tecnologías de privacidad como las pruebas de conocimiento cero para lograr “cumplimiento sin vigilancia”;
Regulación por capas: distinguir diferentes actores y riesgos, evitando enfoques uniformes;
Ajuste dinámico: optimizar continuamente las herramientas regulatorias en función del avance tecnológico y los cambios del mercado.
Él enfatiza que esto “tiene un significado profundo y un impacto duradero”, y requiere la participación conjunta de reguladores, industria y público. Solo mediante la colaboración se podrá encontrar una vía “que equilibre seguridad y innovación sin sacrificar la privacidad personal”.
8. Reflexiones para la regulación en nuestro país: repensar objetivos, principios, herramientas y marcos
La discusión de la SEC ofrece importantes enseñanzas para la regulación de las monedas digitales y blockchain en nuestro país:
Los objetivos regulatorios deben ser claros y equilibrados. En el impulso del desarrollo de blockchain y la regulación de las criptomonedas, también debemos establecer metas que prioricen la seguridad y la libertad. Es decir, prevenir riesgos financieros y delitos, pero también proteger derechos legítimos y fomentar la innovación tecnológica.
Los principios regulatorios deben enfatizar la moderación. Al usar herramientas como big data y análisis blockchain, las autoridades deben mantener la racionalidad y la moderación del poder, evitando la vigilancia excesiva. Se puede aprender de la reflexión de la SEC sobre el sistema CAT, estableciendo mecanismos de revisión de la necesidad de recopilación de datos.
Las herramientas regulatorias deben adaptarse a la tecnología. Nuestro país puede explorar activamente tecnologías de protección de la privacidad como pruebas de conocimiento cero, cifrado homomórfico y computación multipartita, promoviendo un modelo de “mínimo de datos y verificación confiable”. Por ejemplo, en la lucha contra el lavado de dinero, se puede verificar el cumplimiento sin divulgar detalles de cada transacción.
El marco regulatorio debe fomentar la innovación. Al redactar leyes, se debe dejar espacio para la evolución tecnológica y la práctica empresarial, evitando reglas demasiado rígidas que ahoguen la innovación. Se pueden considerar sandbox regulatorios y pilotos por categorías para explorar el equilibrio entre regulación y privacidad en entornos controlados.
La autorregulación del sector debe jugar un papel. Se debe incentivar a las organizaciones del sector a establecer estándares de protección de la privacidad y cumplimiento, promoviendo que las empresas adopten tecnologías de privacidad como parte de su autorregulación, formando un sistema de gobernanza tripartito: gobierno, sector y empresas.
La profunda exposición de Atkins revela los contradicciones centrales y posibles caminos para la regulación financiera en la era de las criptomonedas. En un contexto de capacidades tecnológicas sin precedentes, los reguladores deben mantener claridad y moderación, evitando caer en la trampa de la “prisión panorámica”. Utilizar bien las herramientas existentes, garantizar el funcionamiento del negocio y mantener la moderación del poder puede ser la clave para equilibrar regulación, privacidad y seguridad. Esto no solo es un desafío para EE. UU., sino también una cuestión común para todos los países que exploran el futuro de las finanzas digitales.
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“Prisión de la visión completa de las finanzas” no está predestinada: el presidente de la SEC quiere construir un tercer camino
Autor: Zhang Feng
El presidente de la Comisión de Bolsa y Valores de EE. UU. (SEC), Paul S. Atkins, pronunció un discurso en la mesa redonda del Grupo de Trabajo sobre Criptomonedas el 15 de diciembre de 2025, donde abordó en profundidad el equilibrio entre privacidad financiera y regulación en la era de la cadena de bloques. Dejó claro que, si la dirección regulatoria es errónea, las criptomonedas podrían convertirse en “la estructura de monitoreo financiero más poderosa de la historia”, e incluso arrastrar a toda la industria a un abismo de “prisión panorámica financiera”. En la actualidad, donde la digitalización y la tecnología blockchain se fusionan profundamente, cómo implementar una regulación financiera efectiva sin infringir la privacidad personal se ha convertido en un desafío común para las autoridades regulatorias globales.
1. ¿Por qué es crucial esta cuestión? — Una regulación errónea podría conducir a una “prisión panorámica financiera”
En su discurso, Atkins señaló de manera directa que las criptomonedas y la tecnología blockchain poseen una transparencia y trazabilidad de transacciones sin precedentes. Cada transacción en la cadena se registra en un libro mayor público, y las empresas de análisis en cadena ya pueden ayudar de manera eficiente a las autoridades a vincular las actividades en la cadena con identidades reales. Estas características tecnológicas son como una espada de doble filo: por un lado, ayudan a combatir actividades financieras ilegales; por otro, pueden ser mal utilizadas como herramientas de monitoreo total.
Si las autoridades regulatorias adoptan un enfoque extremo y de supervisión total —por ejemplo, considerar cada billetera como un corredor, cada código como una bolsa de valores, y exigir la declaración de cada transacción— todo el ecosistema de criptomonedas se vería obligado a entrar en un estado de “monitoreo panorámico”. En este estado, cada transferencia, cada ajuste de posición e incluso cada interacción con contratos inteligentes quedaría expuesto, y la privacidad financiera personal se vería completamente destruida, sofocando también la innovación.
Como advirtió Atkins: “Las cadenas públicas son más transparentes que cualquier sistema financiero tradicional… Si la dirección regulatoria es equivocada, las criptomonedas podrían convertirse en la estructura de monitoreo financiero más poderosa de la historia.” Esto no solo involucra ética tecnológica, sino que también toca la contradicción central del sistema financiero moderno: ¿cómo definir límites entre garantizar la seguridad y defender la libertad?
2. Principios básicos para resolver esta cuestión: equilibrio entre seguridad nacional y privacidad ciudadana
Atkins enfatizó que la esencia de este problema es “muy estadounidense”, es decir, si las personas pueden participar en actividades financieras modernas sin sacrificar su privacidad. Esto refleja la larga tradición en la sociedad estadounidense de ponderar los valores entre seguridad nacional y libertad individual.
Por un lado, el gobierno tiene la obligación de frenar actividades financieras ilegales mediante herramientas como la Ley de Secreto Bancario, protegiendo a los ciudadanos y al país de amenazas a la seguridad; por otro, “los ciudadanos tienen el derecho fundamental a manejar sus asuntos personales sin vigilancia gubernamental”. La aparición de las criptomonedas ofrece una oportunidad para reconsiderar este equilibrio en el contexto tecnológico del siglo XXI.
Por lo tanto, los principios básicos de regulación deben ser: que sean efectivos en prevenir riesgos y proteger la seguridad nacional, pero también respetuosos y garantistas de la privacidad financiera de los ciudadanos. Cualquier política que se enfoque unilateralmente en la supervisión o en la laissez-faire total dañará la salud a largo plazo del sistema financiero.
3. Herramientas existentes de la Comisión y sus límites: la autoconciencia en la regulación a través del sistema CAT
La SEC ha establecido en los últimos años varias herramientas de recopilación y monitoreo de datos, como el Sistema de Seguimiento de Auditorías Integradas (CAT), el repositorio de datos de swaps y los formularios PF. Estas herramientas han contribuido a mejorar la transparencia del mercado y a combatir fraudes, pero también han evidenciado riesgos de expansión excesiva de la regulación.
Atkins citó el sistema CAT como ejemplo, señalando que inicialmente fue diseñado para ayudar a la SEC a entender mejor las transacciones del mercado, pero que gradualmente se convirtió en un “sistema de monitoreo potente”, acercando a la SEC a un “monitoreo masivo”. Más aún, el gobierno ni siquiera ha utilizado toda la información ya presentada, lo que ha impuesto costos y riesgos de privacidad innecesarios a los inversores.
Por ello, la SEC ha tomado medidas proactivas para reducir algunos de los datos más sensibles en el sistema CAT y reevaluar su alcance y costos. Esto refleja la necesidad de que las autoridades regulatorias tengan autoconciencia y racionalidad en el uso de herramientas —no perseguir ciegamente la maximización de datos, sino evaluar cuidadosamente la necesidad y razonabilidad de cada tipo de información.
4. Desafíos regulatorios en la era digital: cuanto más fácil sea obtener información, mayor debe ser la moderación
En la “era analógica”, la regulación financiera estaba limitada por registros en papel, distancias físicas y procesos manuales, limitaciones que inadvertidamente protegían la privacidad personal. Sin embargo, en la era digital, especialmente tras la popularización de la tecnología blockchain, el costo y la barrera para acceder a la información se reducen drásticamente, permitiendo a las autoridades casi en tiempo real obtener una visión panorámica de las transacciones de los usuarios.
Si se abusa de esta conveniencia tecnológica, se corre el riesgo de caer en un monitoreo excesivo. Atkins cita a Hayek en su obra “La fatal arrogancia”, criticando la mentalidad burocrática que piensa que “recopilar suficiente información y convocar a suficientes expertos puede encontrar la solución perfecta”. En realidad, la información no equivale a sabiduría, y acumular datos no garantiza una regulación efectiva.
Por ello, en la era digital, las autoridades regulatorias deben mantener una “humildad y principios”, evitando que la conveniencia tecnológica conduzca a un “sobrepaso en la vigilancia” (surveillance overreach). La discusión sobre criptomonedas y tecnologías de privacidad como las pruebas de conocimiento cero (zero-knowledge proofs) cobra especial relevancia en este contexto.
5. Evitar la regulación excesiva: no convertir todos los componentes en nodos de monitoreo
Atkins es claro en su oposición a que cada componente del ecosistema de criptomonedas quede bajo supervisión. Señala que si el gobierno “considera cada billetera como un corredor, cada software como una bolsa, cada transacción como un evento a reportar, y cada protocolo como un nodo de monitoreo”, todo el sistema se convertiría en una “prisión panorámica financiera”.
Afortunadamente, la tecnología blockchain también ofrece herramientas para proteger la privacidad, como las pruebas de conocimiento cero, la divulgación selectiva y las billeteras de cumplimiento (compliance wallets). Estas tecnologías permiten a los usuarios demostrar el cumplimiento regulatorio sin revelar todos los detalles financieros. Por ejemplo, las plataformas reguladas pueden verificar que sus usuarios han pasado controles anti lavado sin mantener registros completos de cada transacción.
Esto abre la posibilidad de “menos divulgación, más cumplimiento”, y también nuevas vías para la innovación regulatoria: en lugar de aumentar los reportes de datos para fortalecer la supervisión, se puede usar la tecnología para verificar el cumplimiento respetando la privacidad.
6. Garantizar el funcionamiento normal del mercado: permitir cierta información no pública para mantener la salud del mercado
El funcionamiento normal de los mercados financieros requiere cierto nivel de privacidad y confidencialidad. Atkins señala que muchas instituciones dependen de establecer posiciones, probar estrategias y proporcionar liquidez, y que si estas actividades se divulgaran en tiempo real, se generarían fenómenos como front-running, imitaciones y ventas en pánico.
Por ejemplo, si los market makers y underwriters tuvieran que revelar en tiempo real cada ajuste de inventario o flujo de fondos, su atractivo comercial disminuiría significativamente, y la liquidez del mercado podría deteriorarse. Por ello, una cierta opacidad informativa es necesaria para la salud del mercado, y la regulación debe dejar espacio para la privacidad comercial razonable.
Esto también aplica en el mercado de criptomonedas. Si cada transacción en cadena y cada llamada a contratos inteligentes se hiciera completamente pública, no solo se reduciría la participación institucional, sino que también se facilitarían manipulaciones del mercado. Por tanto, el marco regulatorio debe encontrar un equilibrio entre transparencia y confidencialidad.
7. Construcción de un marco objetivo: el progreso tecnológico no debe sacrificar la libertad personal
Al final de su discurso, Atkins propuso que el objetivo final es construir un marco regulatorio que fomente la innovación tecnológica y el desarrollo financiero sin sacrificar la libertad individual. Este marco debe tener las siguientes características:
Él enfatiza que esto “tiene un significado profundo y un impacto duradero”, y requiere la participación conjunta de reguladores, industria y público. Solo mediante la colaboración se podrá encontrar una vía “que equilibre seguridad y innovación sin sacrificar la privacidad personal”.
8. Reflexiones para la regulación en nuestro país: repensar objetivos, principios, herramientas y marcos
La discusión de la SEC ofrece importantes enseñanzas para la regulación de las monedas digitales y blockchain en nuestro país:
Los objetivos regulatorios deben ser claros y equilibrados. En el impulso del desarrollo de blockchain y la regulación de las criptomonedas, también debemos establecer metas que prioricen la seguridad y la libertad. Es decir, prevenir riesgos financieros y delitos, pero también proteger derechos legítimos y fomentar la innovación tecnológica.
Los principios regulatorios deben enfatizar la moderación. Al usar herramientas como big data y análisis blockchain, las autoridades deben mantener la racionalidad y la moderación del poder, evitando la vigilancia excesiva. Se puede aprender de la reflexión de la SEC sobre el sistema CAT, estableciendo mecanismos de revisión de la necesidad de recopilación de datos.
Las herramientas regulatorias deben adaptarse a la tecnología. Nuestro país puede explorar activamente tecnologías de protección de la privacidad como pruebas de conocimiento cero, cifrado homomórfico y computación multipartita, promoviendo un modelo de “mínimo de datos y verificación confiable”. Por ejemplo, en la lucha contra el lavado de dinero, se puede verificar el cumplimiento sin divulgar detalles de cada transacción.
El marco regulatorio debe fomentar la innovación. Al redactar leyes, se debe dejar espacio para la evolución tecnológica y la práctica empresarial, evitando reglas demasiado rígidas que ahoguen la innovación. Se pueden considerar sandbox regulatorios y pilotos por categorías para explorar el equilibrio entre regulación y privacidad en entornos controlados.
La autorregulación del sector debe jugar un papel. Se debe incentivar a las organizaciones del sector a establecer estándares de protección de la privacidad y cumplimiento, promoviendo que las empresas adopten tecnologías de privacidad como parte de su autorregulación, formando un sistema de gobernanza tripartito: gobierno, sector y empresas.
La profunda exposición de Atkins revela los contradicciones centrales y posibles caminos para la regulación financiera en la era de las criptomonedas. En un contexto de capacidades tecnológicas sin precedentes, los reguladores deben mantener claridad y moderación, evitando caer en la trampa de la “prisión panorámica”. Utilizar bien las herramientas existentes, garantizar el funcionamiento del negocio y mantener la moderación del poder puede ser la clave para equilibrar regulación, privacidad y seguridad. Esto no solo es un desafío para EE. UU., sino también una cuestión común para todos los países que exploran el futuro de las finanzas digitales.