El rey de Bután anuncia la utilización de 10,000 bitcoins para crear la “Ciudad de la Atención Plena de Gelephu”, usando activos digitales para contrarrestar la fuga de talentos y reconstruir la economía
(Resumen previo: ¡Respaldo de un Estado soberano! Bután colabora con Solana para lanzar el token de oro “TER”, que se lanzará oficialmente el 17/12 en el día de la independencia)
(Información adicional: Bután trasladará a 800,000 ciudadanos su “Identidad Digital Nacional” a Ethereum, Vitalik: para que la gente tenga tranquilidad y control sobre sus datos)

Índice del artículo

• Bitcoin surge de la hidroeléctrica
• GMC: el cortafuegos de la zona económica especial
• Operaciones de capital en la cuerda
• Lecciones para mercados emergentes

El presidente de EE. UU. Donald Trump regresa a la Casa Blanca impulsando una regulación más laxa, lo que eleva el ánimo del mercado de criptomonedas. El rey de Bután, Jigme Khesar Namgyel Wangchuck, anunció el día 17, en el día de la independencia, que asignará 10,000 bitcoins (aproximadamente 1,000 millones de dólares) de las reservas nacionales como fondo de inicio, para crear la “Ciudad de la Atención Plena de Gelephu” (Gelephu Mindfulness City, GMC). Esta cantidad representa cerca del 40% del PIB de Bután y casi la mitad de las participaciones públicas del país.

Bitcoin surge de la hidroeléctrica

Los bitcoins de Bután no se compraron en el mercado, sino que se acumularon mediante “minería verde” con el excedente de energía hidroeléctrica desde 2019. Actualmente, Bután posee entre 11,000 y 13,000 bitcoins, ubicándose en el quinto lugar mundial. El rey considera esta estructura como una empresa de participación popular y enfatiza públicamente:

“Todos los ciudadanos de Bután son accionistas de este proyecto.”

En un contexto impulsado por Trump, el bitcoin alcanzó los 100,000 dólares, y su pico amplificó el efecto de apalancamiento de estos activos en la transformación del país.

GMC: el cortafuegos de la zona económica especial

Gelephu Mindfulness City está ubicada en el distrito de Sarpong, en el sur, con una superficie de 2,500 km², aproximadamente tres veces Singapur. Datos muestran que esta zona especial cuenta con un marco legal independiente y autoridad administrativa propia, diseñada por la firma BIG, combinando cultura mandala y tecnología verde. El objetivo oficial es crear 100,000 empleos de alto valor antes de 2030 para aliviar la migración juvenil. El bitcoin será considerado como reserva financiera, respaldando la inversión en fintech, energías verdes y empresas Web3.

Operaciones de capital en la cuerda

El uso de activos altamente volátiles como infraestructura conlleva riesgos significativos. Bután adopta una estrategia de gestión similar a un fondo soberano, donde el gobierno prefiere usar garantías, préstamos y liquidez DeFi, generando flujo de caja sin vender sus participaciones. Dado que los costos de minería solo incluyen electricidad y depreciación de equipos, Bután tolera mejor las fluctuaciones de precios que países como El Salvador, que necesitan comprar moneda fiduciaria para minar.

Lecciones para mercados emergentes

El modelo de Bután traza un ciclo de “energía → poder computacional → capital soberano → economía real” para países con recursos limitados. GMC ha sido reconocido con el Premio Holcim Foundation 2025; si logra conectar con corredores comerciales en el sur y sureste asiático, demostrará que los países pequeños pueden reconstruir su economía con activos digitales, sin depender de la deuda del FMI o del Banco Mundial.

La inversión de 1,000 millones de dólares en bitcoins conecta la visión a largo plazo del budismo con la tolerancia al riesgo de las finanzas descentralizadas. Si esta apuesta logra retener a la juventud y mantener el índice de felicidad nacional, en la próxima década será un caso clave para la gestión de la riqueza soberana global.

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