La forma de entrenar a los perros también se puede aplicar al entrenamiento de las personas, esto es lo que se conoce como el famoso efecto del silbato para perros. En psicología del comportamiento, se utilizó por primera vez para el entrenamiento de animales. Los adiestradores utilizan un silbato que no puede ser escuchado por el oído humano para dar órdenes, que los perros pueden entender, pero los demás no pueden percibir. El efecto del silbato para perros explica por qué algunos abusadores en relaciones mantienen una imagen casi perfecta ante los demás, mientras que algunas personas son vistas como amables y atentas, casi impecables por los extraños. Esto se debe a que en privado, utilizan un lenguaje y comportamientos que solo ciertas personas pueden entender o ver para provocar sentimientos de vergüenza, culpa, inquietud y miedo en esas personas específicas. Los externos no perciben nada, pero la persona que está sufriendo abuso emocional es golpeada con precisión, y cuando finalmente responde, los demás piensan que su reacción es excesiva, que está demasiado emocional. Este es también el aspecto más aterrador del efecto del silbato para perros, que hace que la persona realmente dañada no tenga forma de defenderse.