En el sistema cultural de una antigua civilización, a la gente le gustaba especialmente la cultura de arrodillarse, o tú te arrodillas, o yo me arrodillo. En resumen, debe haber una persona arrodillada, y la otra persona debe mostrar una postura orgullosa y erguida. No importa cuán humilde haya sido esa persona antes, una vez que tenga la oportunidad de levantarse, debe hacer que los demás se arrodillen. Parece que en su mundo no hay concepto de respeto ni de igualdad. Incluso si sufre pérdidas en ciertos intereses, no puede perder la cara.
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En el sistema cultural de una antigua civilización, a la gente le gustaba especialmente la cultura de arrodillarse, o tú te arrodillas, o yo me arrodillo. En resumen, debe haber una persona arrodillada, y la otra persona debe mostrar una postura orgullosa y erguida. No importa cuán humilde haya sido esa persona antes, una vez que tenga la oportunidad de levantarse, debe hacer que los demás se arrodillen. Parece que en su mundo no hay concepto de respeto ni de igualdad. Incluso si sufre pérdidas en ciertos intereses, no puede perder la cara.