Una observación interesante sobre la generación Z: La proliferación de una tipología de personas que hacen las mismas cosas, consumen los mismos productos y presionan los mismos botones. Quizás esto sea un indicio de que el pensamiento independiente está debilitándose cada vez más.

Si pensamos en el futuro, es posible decir que la situación se volverá aún más interesante. Dentro de cien años, la dependencia de las personas del Wi-Fi alcanzará un nivel completamente diferente. ¿Nos espera una sociedad que incluso consulta a la inteligencia artificial al elegir la comida que satisfará su hambre?

Quizás la verdadera pregunta es: ¿Cuándo perdió el ser humano la capacidad de tomar sus propias decisiones?