La tecnología de la cadena de bloques se puede dividir en dos grandes modos: de tipo abierto (permissionless) y de tipo restringido (permissioned). El tipo abierto permite que cualquier persona participe, tiene características de descentralización, pero enfrenta desafíos de escalabilidad y seguridad; el tipo restringido es operado por entidades autorizadas, toma decisiones de manera rápida y tiene un control de transparencia, pero presenta riesgos de concentración de poder y censura. La elección de qué modo utilizar depende de las necesidades específicas, y ambos tienen sus ventajas y desventajas.